En nuestra unidad, los terapeutas ocupacionales trabajan de manera individualizada, basándose en los intereses, metas y necesidades específicas de cada individuo. Comenzamos con una evaluación exhaustiva para identificar los objetivos significativos para la persona, ya sea recuperar habilidades para el hogar, el trabajo o la vida social. A través de actividades prácticas en entornos simulados, como cocinar, vestirse o usar tecnología, ayudamos al paciente a mejorar la funcionalidad y aumentar su confianza, todo centrado en lo que la persona considera realmente importante.

La terapia basada en la persona es fundamental en nuestra metodología, asegurando que cada intervención esté alineada con las prioridades del individuo. Después de trabajar en habilidades básicas, nuestros terapeutas ocupacionales acompañan a la persona en su entorno real, ayudándola a aplicar lo aprendido en situaciones cotidianas. Desde la movilidad en la comunidad, el uso del transporte público, hasta las tareas del hogar y las relaciones laborales, cada actividad se adapta a las capacidades y deseos del individuo, garantizando una integración exitosa y significativa.

Entendemos que la rehabilitación es un proceso conjunto, por lo que brindamos una educación integral a la familia y los cuidadores. Les ofrecemos herramientas y estrategias para apoyar el proceso de rehabilitación en el hogar y en la comunidad, promoviendo un entorno favorable para la persona. Además, realizamos un seguimiento continuo para ajustar las estrategias y garantizar que la persona logre mantener y ampliar su independencia a lo largo del tiempo, siempre con el apoyo de su red familiar y social.